Posteado por: BOX8 | 15 febrero 2010

UN MENSAJE, INSCRITO EN NUESTRA CARNE: obra plástica de Casilda García Archilla y texto de Mª Soledad Sánchez Gómez

CASILDA GARCÍA ARCHILLA dice sobre su obra:
 
«Humo consta de doce obras realizadas por mí con textos ajenos -salvo «balbuceo»-, con papeles de fumar sobre papel y la escritura con el texto, que corresponde a un fragmento del texto de un poeta.
Para ver cada una de las obras, se puede pinchar sobre el título puesto bajo ellas, que enlaza a la entrada de este blog, donde se puede ver el texto escrito en cada obra y el texto entero de donde lo he sacado.
Los textos son, por este orden, de Déborah Vukusic, Javier García Rodíguez, Juan Varo Zafra, Ana Pérez Cañamares, María do Cebreiro, Enrique Cabezón, Mª Soledad Sánchez Gómez, Mario Cuenca Sandoval, David Eloy Rodríguez, Alfredo Saldaña, y mío.
Agradezco a todos ellos sus textos: todos ellos me gustan y me han dado voz para decir.»

Publicado por Sociedad de Diletantes, S.L. y Casilda García Archilla.

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EL MELANCÓLICO DESAPEGO DE LA WEB 2.0
 
 
 
Hay algo conmovedor, terrible y desesperanzado en el tener y no tener de esta época actual de capitalismo de ficción, caracterizada por la obtención inmediata del plus-de-goce a través del fetichismo de la mercancía mientras paradójicamente rechazamos mucho de aquello que necesitamos e incluso en profundidad deseamos.
En este tiempo posmoderno en que una cibercultura intrusa en nuestra vida cotidiana nos da su apoyo hasta en lo más banal, existe sin duda la necesidad de establecer contacto y a la vez levantar una pared de cristal entre el otro y nosotros. Así, jugamos a tocarnos las manos pero sabemos siempre que una barrera transparente está ahí, inextinguible, produciendo un tacto frío, helador, entre esas manos y las nuestras, entre ese cuerpo y el nuestro. Y todo ello elegido voluntariamente dentro de esta condición posmoderna que habitamos que, como indica Zygmunt Bauman, se caracteriza por unos vínculos “líquidos” que se evaporan fácilmente. En ella las interacciones corporales son limitadas y predomina la interacción virtual a través de una “identidad digital” como la que nos ubica en la web 2.0 por medio de una pantalla. Así creamos una subjetividad que se forja a través de una conectividad incierta en la que no se asegura la presencia real de ese otro y en la que por un breve momento, que sabemos que no se sostendrá demasiado, dos soledades intentan superar la barrera de la indiferencia tras esa mampara de cristal, dando a leer un mensaje, inscrito en nuestra carne, que nunca es descifrado del todo. ¿Qué sucede entonces cuando los múltiples gadgets tecnológicos de este mundo virtual no nos distraen de nuestro deseo?  Embriagados de vacío, deseamos desesperadamente el compromiso corporal y lo rehusamos porque nos aterra. ¿Qué huella deja en nosotros la vida cuando no la hacemos nuestra? ¿Es evitable este melancólico desapego?

 

(Texto publicado en este blog el día 20 de diciembre de 2009. Gracias a Casilda García Archilla, por su obra y por nuestras conversaciones).

Respuestas

  1. No sé si he entendido bien tu texto, pero no creo que estemos viviendo un capitalismo de ficción , sino bien real porque también la ficción se preocupa de engañarnos mediante el disimulo y la apariencia, de intoxicarnos con su ideología, de forma que la gente no se da cuenta que lo único importante es el bien común que revierte en el bien individual de cada uno. Entonces el capitalismo se encarga de lavarnos el cerebro, de degradarnos, de destruir los lazos afectivos y nosotros nos creemos los medios de comunicación que intentan convencernos de que el sistema público de pensiones es inviable porque eso le interesa a la élite ecónomica y al capital financiero . Permanecemos quietos cuando se están cerrando bibliotecas públicas porque no interesa que mediante la lectura tengamos un criterio propio. Se está privatizando la sanidad, la educación. Hay medicaciones buenas que se están retirando del mercado porque son baratas y no resultan rentables en cuanto a obtener el mayor lucro, las multinacionales farmaceúticas. Entonces , sí, hay un desapego. Lo que hay es que la gente se cree lo del salvese quien pueda y el ver en el otro a un enemigo y un competidor. Tenemos que resistir. Tu estás luchando con tu blog, con la calidad de tu blog para transmitir información no mentiras. Entonces no pensemos que el capitalismo es una ficción, es una maquinaria bien engrasada para que la riqueza no se redistribuya equitativamente. Para que el 1% de la población, que son los ricos tengan concentrada el 95% de la riqueza. El desapego es una consecuencia directa del capitalismo real , de la ofensiva neoliberal que nos está quitando a los pobres los pocos derechos sociales que tenemos, que está fomentando el individualismo y repito, el salvese quien pueda. Sin el estado todos estamos perdidos, en manos de las fuerzas oscuras del mercado. Gracias por tu resistencia y por tu lucha.

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